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A que sirvió la Comisión De Mistura?

Un comentario al reporte conclusivo de la comisión que evaluó los Cpt italianos

La comisión De Mistura ha finalmente publicado las conclusiones de su investigación sobre los Centros de permanencia temporánea, sobre los centros de identificación y de asistencia previstos para los inmigrantes en el territorio italiano.
Después de meses de visitas al interior de todas las estructuras presentes en el territorio, de cuestionarios presentados a las instituciones locales y juntados datos recolectados consultando algunas asociaciones, el veredicto ha sido finalmente emitido.
Antes de entrar en el merito del documento, surge la pregunta si, antes que nada, existe alguien que estaba realmente a la espera de estas conclusiones.

Difícil imaginar el Ministro de Asuntos Interiores en febril espera de nuevas directivas para orientar la “gestión” del “fenómeno” migratorio cuando, ya desde los primeros días de su asentamiento, ha siempre declarado de manera firme y absoluta la indispensabilidad de los Cpt y la automática criminalizacion de gran parte de los inmigrantes presentes en Italia; Es improbable que las grandes y acreditadas asociaciones en defensa de los derechos de los inmigrantes, entre las cuales algunas eran componentes de la misma comisión, hayan realmente creído ilusoriamente que, a pesar de las declaraciones publicas, esta investigación pudiese llevar a cambios concretos.

Absolutamente a excluir que partes del movimiento que desde años luchan en contra de los Cpt y por la libertad de circulación de cada ser humano, tal vez arriesgando su propia incolumidad y su propia libertad personal, hayan, aunque sea por un solo instante, pensado que esta comisión (mas allá de lo que hubiera al final dicho) pudiese representar nada mas que una legitimación de decisiones ya tomadas (y además ya declaradas) por el presente gobierno.
Pasando a reflexionar sobre el contenido de las conclusiones de la comisión surgen muchas dudas mas: en el documento, ejemplo como pocos otros del arte del “collage” y del compromiso, se lee en letras claras que los Cpt no representan una respuesta adecuada a la complejidad del fenómeno migratorio, que no permiten una gestión eficaz de las inmigración irregular, que no resultan idóneos a la defensa de los derechos de los inmigrantes, y que comportan “malestar” para los organismos policiales y para las personas retenidas.

Vale la pena analizar solo por un instante la particular terminología utilizada en este último concepto expresado: se habla de “malestar”. Malestar de los organismos policiales (pero no resulta que muchos carabineros o policías hayan hecho objeción de conciencia ni tanto menos hecho alguna denuncia contra el trabajo “sucio” que se les requiere en estos centros) y malestar de los emigrantes retenidos.
¿Pero como se puede considerar como simple “malestar” la rabia, la angustia, el temor que han llevado tantas personas a la rebelión, al suicidio, a los incendios para no ser expulsados o para no pasar un día mas en los centros de permanencia temporánea?
Mas allá de la oportunidad de usar este u otro de los términos utilizados, se afirma, finalmente, y en todo el documento se exprime muy claramente como, a pesar que los i Cpt sean indudablemente todo lo que desde años sabemos, los Cpt se quedaran porqué es una cuestión de principio, se nos ocurre afirmar, y porqué tienen funciones diferentes e irrenunciables respecto a aquellas hipócritamente declaradas.
Y como es posible pensar que una comisión de hecho instituida por el gobierno que, por primera vez quiso en el territorio italiano la “detención administrativa”, criticara su aberrante esencia y el concepto mismo, o criticase radicalmente el hecho que la posibilidad de cruzar una frontera continúe, para la mayoría de los habitantes del mundo, a depender de sus capacidades económicas o de los contratos laborales o, todavía mas, denunciase como circunstancia inaceptable que evitar la expulsión después de haber arriesgado la vida y haberse jugado todos sus propios sueños y las propias energías para alcanzar un país, sea reprimido al nivel de un comportamiento delincuencial?
Los Cpt quedaran. Puede ser, si las propuestas de la comisión serán aceptadas, no quedaran para las “badantes” (asistentes a ancianos) y para las colaboradoras familiares (se podría polémicamente objetar porqué si, para los emigrantes electricistas o para los mecánicos), pero si para los ex detenidos a los cuales, al fin de evitar la “doble pena” será inmediatamente ejecutada la expulsión (como si una expulsión, después de años de prisión no la convierte una punición doble) y no para los enfermos y menores de edad y otras categorías particulares.
Los Cpt quedaran solo para los irreducibles, aquellos para los cuales nadie tiene compasión y que no tiene historias personales penosas y embarazadoras para el poder. Seáis contentos. los inmigrantes buenos serán liberados, pero alguien tiene que quedarse. Se tratará entonces de una “superación” de estas instituciones a través de su propio gradual y progresivo “vaciamiento”.
Cualquier salto mortal lingüístico a los cuales últimamente se acude para no usar nunca, en documentos oficiales, en los que se habla de Cpt la pablar CIERRE es bienvenido. ¿Porqué? Porqué estos centros tiene funciones económicas, simbólicas y políticas que no pueden ser abiertamente expresadas, porqué las diferencias entre ciudadanos y marginados es todavía demasiado importante para un sistema de valores que no se basa sobre ninguna identidad positiva compartida si no mas bien solo sobre temores amplificados y sobre la marginación de quien no es parte de ese sistema.
Y entonces – se nos ocurre – ¿porqué fue creada esta comisión? Intentando dar respuestas se podría decir que cada uno quiere o debe jugar su propio papel (por ejemplo el papel del poco escuchado ministro defensor de los pobres inmigrantes y el papel del político realista que por el bien de la nación se ve obligado a tener líneas mas rígidas), se podría decir que, a veces, para lograr no cambiar substancialmente nada hay que formalmente declarar de querer cambiare algo y que, quizás, a través de operaciones tan ambiguas, mas de uno haya encontrado una buena manera de dividir un movimiento anti-racista que, hasta en los momentos de máxima desagregación de la política de base, había en alguna forma tenido una aptitud firme.
A la luz de todo esto, entonces, parece que finalmente llegó el momento de darse cuenta de como están las cosas realmente. De darse cuenta, una vez mas, que sobre temas como la guerra, el trabajo o los Cpt, el rey está desnudo y los posiciones son claras: nadie nos regalará nada en tema de derechos, paz o de otros mundos posibles.