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Llamamiento para abrir un canal humanitario hasta Europa para el derecho de asilo europeo

Casi a diario la crónica nos cuenta la tragedia que sigue consumándose en medio del confín azul: el Mar Mediterráneo.
En estas misma horas llega la noticia de centenas de cadáveres recogidos en el mar, jóvenes, mujeres y niños revoloteados en el agua después de explotar un incendio en un barco dirigido a Europa.
Se trata de refugiados que piden asilo, mujeres y hombre huyendo de la guerra y las persecuciones, así como los demás tragados por el mar durante estas últimas décadas: más de 20.000.

El espectáculo de la frontera Sur nos ha acostumbrado a mirar el imparable suceder de estas tragedias con los ojos de quien, impotente, puede sólo esperar que cada naufrago sea el último. Como si no hubiera más modo de mirar a quien huye de la guerra que con los ojos de quien espera el atracadero de un barco, a veces para socorrer, otras veces para rechazar, otras más para recuperar los restos.
Por eso las lagrimas y las palabras de la Europa que llora los muertos del confín hacen fatiga a no aparecer como meras retoricas.

Porque la Europa capaz de proyectar su soberanía hasta el interior de continente africano para externalizar las fronteras, financiar centros de detención para migrantes, patrullar y rechazar, tiene en cambio el deber, frente esta continua pedida de ayuda, de hacer que quien huye de la muerte para alcanzar Europa no encuentra la muerte en su camino.

Hoy en cambio se trata de poner al centro los derechos. De quitar la ley Bossi-Fini y abrir en cambio, a nivel europeo, un canal humanitario para que quien huye de la guerra pueda pedir asilo a las instituciones europeas sin tener que tomar un barco alimentando un trafico de seres humanos y los boletines de náufragos.
Ningún contratar de los derechos, ningún aliviamiento de responsabilidad a los gobiernos europeos, sino la necesidad que Europa cambie en profundidad su política de control de las fronteras, de gestión de las crisis humanitarias, su política común en materia de derecho de asilo: convirtiendo las operaciones de patrullaje en operaciones dirigidas al socorrimiento de los barcos, gestionando en manera compartida las demandas de protección superando las mallas del reglamento de Dublin, abriendo canales humanitarios que permitan de presentar las demandas de protección directamente a las instituciones europeas presentes en Países Terceros para obtener un permiso de ingreso en la U.E., en donde las demandas sean examinadas con las mismas garantías previstas por la actual normativa europea, sin por eso debilitar el derecho de acceso al Viejo continente y las obligaciones de los estados miembros.

A las instituciones italianas, a los Presidentes de las Cámaras, a los Ministros de la República, pedimos de apoyar inmediatamente esta petición.
A las instituciones europeas de meterse inmediatamente a trabajar para volver operativo a un canal humanitario hacia Europa.
A todas las asociaciones, a las organizaciones humanitarias, a los colectivos y comités, dirigimos la invitación a movilizarse en las próximas horas y en futuro para afirmar EL DERECHO DE ASILO

Para Firmar