Per la libertà di movimento, per i diritti di cittadinanza

da La Jornada del 2 maggio 2006

Se mostró el poder político y económico de los latinos

Washington, 2 de mayo. Cientos de miles de inmigrantes en Estados Unidos mostraron su poder político y económico con el denominado Gran boicot americano, que se sintió desde California y Florida hasta Nueva York y la ciudad de Washington. Muchos se ausentaron el lunes de sus trabajos y escuelas o se abstuvieron de comprar productos de empresas estadunidenses para demandar una reforma migratoria amplia y justa.

La mayor concentración de esta jornada se produjo en Los Angeles, California, donde casi un millón de personas se manifestaron, mientras en Arizona se realizaron cadenas humanas, marchas, paros laborales y estudiantiles.

En Chicago, el legislador Luis Gutiérrez y el senador federal Barak Obama -ambos demócratas- destacaron los actos de protesta realizados el 1º de mayo por la comunidad de inmigrantes que, a su juicio, “enaltecen los ideales del país”.

Linda Chávez Thompson, vicepresidenta de la gremial AFL-CIO (la mayor central sindical de Estados Unidos), señaló que “los inmigrantes no son criminales. Son padres y madres, hijos e hijas. Trabajar duro no es un crimen, y la esperanza tampoco”.

La población hispana en Estados Unidos, que asciende a 40 millones y representa 14 por ciento del total, es la minoría más numerosa del país y su poder adquisitivo supera los 600 mil millones de dólares.

La reforma migratoria integral para legalizar a los extranjeros que viven en este país cuenta con apoyo sindical, empresarial y religioso no visto desde la época de Martin Luther King, defensor de los derechos civiles.

La protesta del lunes coincidió con el Día Internacional del Trabajo, que es día hábil en Estados Unidos, ya que aquí se conmemora en septiembre.

En Nueva York, los cinco condados de la ciudad se sumaron a la jornada de protestas en solidaridad con los indocumentados.

Un sondeo de la firma García Research Associates mostró que más de 70 por ciento de los migrantes de origen latino tenía intenciones de apoyar el boicot, en contraste con el 11 por ciento que está en desacuerdo.

La compañía Goya suspendió el lunes sus entregas de productos alimenticios, mientras en Los Angeles, California, los comerciantes impulsaron la campaña Un día sin frutas y legumbres en Los Angeles.

Los puertos de Long Beach y Los Angeles, también en California, mostraron una significativa reducción en su transporte de carga, luego de que la Asociación de Transportistas se sumó al boicot.

En Dallas, Texas, el hotel Hilton Anatole, uno de los más grandes de esta ciudad, tuvo problemas para servir el desayuno a sus cientos de huéspedes, ante la falta de meseros, mientras la administración enfrentaba también una grave escasez de recamareras.

Solidaridad de cantantes

En tanto, estrellas como el puertorriqueño Ricky Martin y Los Tigres del Norte se sumaron al boicot, al subrayar la importancia de las manifestaciones en este país en favor de una “reforma migratoria justa e integral”.

En el Fiesta Broadway, en California, Paquita la del Barrio, el grupo Bronco, Graciela Beltrán, Mariana Seoane, Pablo Montero y el grupo texano La Mafia también se pronunciaron por el respeto a los derechos de los extranjeros.

En Nueva York, desde el pasado fin de semana se produjeron muestras de solidaridad hacia los migrantes por los cantantes Oscar de León, Gilberto Santa Rosa, Víctor Manuelle y Jerry Rivera, quienes se presentaron en el Madison Square Garden.

En Miami, en las afueras del estadio Orange Bowl, las integrantes del grupo de música regional mexicana La Onda vestían camisetas en las que se leía: “Agarren la Onda” y “Una reforma migratoria justa”.

El impacto de la protesta se sintió hasta en la Casa Blanca, donde el vocero dijo que el presidente George W. Bush “no es fan de los boicots, pero la gente tiene derecho a expresar de manera pacífica sus puntos de vista”.

Con concentraciones en diferentes puntos de Washington, Maryland y Virginia, la Coalición Nacional de los Inmigrantes del Area Metropolitana (NCIC) celebró el Día Internacional del Trabajo y el Día Nacional de Acción Cívica de los Inmigrantes. “Estamos pidiendo una reforma migratoria que legalice de manera permanente” a los indocumentados, subrayó Jaime Contreras, presidente de la NCIC.

La jornada de protestas de este 1º de mayo se realiza mientras el Senado estadunidense analiza una propuesta de reforma migratoria, luego de que en diciembre pasado la Cámara de Representantes aprobó un proyecto que criminaliza la a los indocumentados.